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Pruebas diagnósticas para detectar un problema de suelo pélvico

13.04.2024

Para saber si tienes un problema de suelo pélvico, lo más recomendable es que consultes con el profesional sanitario especializado en tu caso, quien podrá diagnosticar tu condición después de analizar tus síntomas y realizarte un examen pélvico.

Si tienes pérdidas de orina, sensación de pesadez perineal o dolor en las relaciones, es probable que tu suelo pélvico esté en problemas. Puedes empezar viniendo a mi clínica de fisioterapia, donde encontrarás un magnífico equipo de fisioterapeutas especialistas en el cuidado, tratamiento y recuperación funcional del suelo pélvico.

En la primera visita, te realizaremos un examen abdomino-pélvico que consiste en evaluar la fuerza, el tono y la sensibilidad de los músculos del suelo pélvico, así como la posición y el estado de los órganos pélvicos. Para tener más precisión en esta evaluación, además de realizar palpación y test manuales, nos ayudamos de la ecografía musculoesquelética para ver más allá de tus tejidos.

Sin embargo, en muchas ocasiones, vas a necesitar la información de pruebas diagnósticas y es por ello que también debes consultar tu problema con tu médico de referencia (ginecóloga, coloproctólogo, urólogo, andrólogo…).

Tu médico puede solicitar otras pruebas complementarias para confirmar el diagnóstico o determinar la causa de tus problemas

Algunas de las pruebas que más habitualmente se usan para indagar sobre lesiones o problemas del suelo pélvico son:

Ultrasonido endoanal o endorrectal

El ultrasonido o ecografía endoanal proporciona imágenes del ano, la pared rectal y los músculos del suelo pélvico que controlan el esfínter. También puede demostrar la presencia de un rectocele, de un prolapso rectal o de un enterocele (prolapso del intestino delgado).

Permite identificar y localizar fístulas y abscesos anales, ayuda a valorar la infiltración de los tejidos y el tamaño de los tumores, permite valorar la integridad de los músculos del suelo pélvico para determinar si hay una causa estructural en caso de incontinencia, y se utiliza para detectar un síndrome de defecación obstructivo.

El procedimiento se realiza a través de un transductor en forma de cilindro de 10 milímetros, aproximadamente, que se introduce a través del ano. Al mover el cabezal, se obtienen imágenes en tiempo real. La prueba dura entre 15 y 20 minutos y no es dolorosa.

Manometría anorrectal

La manometría anorrectal es una prueba que se utiliza para evaluar el funcionamiento de los esfínteres anales y la reactividad del último segmento del intestino grueso, denominado ampolla rectal. Esta prueba puede ser útil como examen de rutina antes de las intervenciones para el tratamiento de las fístulas perianales, para investigar complicaciones surgidas después de operaciones anorrectales o como examen diagnóstico para algunos trastornos del último tracto digestivo.

Además, los resultados de la manometría anorrectal pueden ayudar a identificar algunas causas de dolor anal, incontinencia y estreñimiento. También puede ser útil para planificar algunos tipos de cirugía o para determinar la efectividad de una cirugía previa.

El procedimiento consiste en introducir una cánula de 0,5 cm de diámetro en el ano y empujarla hacia el recto hasta una profundidad de aproximadamente 10 cm. La cánula detecta la presión y la naturaleza de los movimientos realizados por los músculos del ano. Luego, se infla ligeramente un globo situado en el extremo de la cánula para analizar la reactividad de la ampolla rectal. Esta información se registra mediante una maquinaria conectada a la sonda. El examen dura en total media hora y no requiere anestesia.

Estudio urodinámico

El estudio urodinámico o urodinamia es una prueba que se realiza para evaluar el funcionamiento del tracto urinario inferior. Esta prueba puede ser útil para el estudio de la vejiga neurogénica, la incontinencia urinaria, las infecciones urinarias recurrentes, el estudio de la incontinencia urinaria en niños y enuresis (se utiliza para el estudio de la micción durante el sueño) y para evaluar síntomas urinarios en el el adulto como una alta frecuencia miccional durante el día o la noche, la retención urinaria o el ardor al orinar

El procedimiento consta de varias partes. Primero, debes orinar en un recipiente llamado flujómetro, que permite medir la cantidad y velocidad de la orina. A continuación, te pondrán una sonda a través de la uretra hasta la vejiga para medir su presión y llenarla con suero fisiológico estéril. Por último, tendrás que orinar con la sonda puesta (y luego te la retirarán).

Se trata de un procedimiento sencillo, aunque el sondaje y el llenado de la vejiga suele resultar molesto. La prueba dura alrededor de 30 minutos y no necesita anestesia ni ningún tipo de preparación previa especial.

Cistoscopia

La cistoscopia permite visualizar el interior de la vejiga urinaria y el trayecto de la uretra para confirmar un diagnóstico concreto. También permite tomar biopsias de las paredes de la uretra y la vejiga y, si es necesario, tratar enfermedades.

Se utiliza para el estudio de síntomas como sangrado vesical, micción frecuente, incontinencia, dolor o dificultad al orinar.

También permite comprobar si existe cáncer en las paredes de las vías urinarias, y tomar biopsias si se observan alteraciones sospechosas.

En casos de infecciones urinarias recurrentes, puede ser una opción que ayude a confirmar un diagnóstico o establecer la causa de síntomas como sangre en la orina (hematuria), presencia de células atípicas en orina, infecciones urinarias frecuentes, dolor en la vejiga y la uretra durante la micción.

Análisis de orina

Un análisis de orina es un procedimiento sencillo que se realiza para evaluar la salud de los riñones y el tracto urinario, así como para detectar otras enfermedades sistémicas. Se usa habitualmente para descartar una infección urinaria. Si es positivo, se identifica el germen que la causa y se aplica el tratamiento antibiótico adecuado.

Para recoger la muestra, utiliza un recipiente de recolección de orina estéril, que puedes obtener en el laboratorio o en una farmacia. La muestra de orina media se obtiene al empezar a orinar y luego recoger la muestra en un recipiente limpio. Para asegurarte de obtener una muestra representativa, evita recoger la primera y la última porción de orina.

Los parámetros que se buscan en un análisis de orina son:

  • Color y aspecto: Pueden indicar deshidratación, infección o la presencia de sangre en la orina.
  • Nivel de acidez (pH): Los niveles anormales de pH pueden indicar problemas en las vías urinarias o en los riñones.
  • Densidad: La densidad elevada es síntoma de deshidratación.
  • Proteína: La presencia elevada de proteína sugiere problemas renales.
  • Glucosa: Si la orina contiene glucosa puede ser indicio de diabetes.
  • Sangre: La presencia de sangre puede indicar una lesión en las vías urinarias.
  • Células, cristales y cilindros urinarios: Estos pueden indicar diferentes tipos de enfermedades renales.
  • Microorganismos (bacterias, hongos, virus): Si se han mantenido las condiciones de higiene y conservación en el momento de la recogida de la muestra, indican la existencia de una infección.

Medición de orina residual

La medición de la orina residual, también conocida como volumen de orina residual posmiccional, se realiza para determinar cuánta orina queda en la vejiga después de orinar.

Para realizarte esta prueba, te pedirán que orines normalmente para vaciar la vejiga tanto como te sea posible. Inmediatamente después, se medirá la cantidad de orina que queda en la vejiga. Esto se puede hacer de dos maneras, mediante un cateterismo o mediante una ecografía.

  • El catéter se introduce en la vejiga a través de la uretra, y permite que la orina residual fluya hacia fuera y se mida.
  • La ecografía es menos invasiva. Para ver la vejiga, el transductor del ecógrafo se coloca a nivel suprapúbico, en el abdomen, justo por encima de la vejiga. Se mide el residuo posmiccional a partir de unos cálculos sobre la imagen obtenida.

El volumen de orina residual puede variar de una persona a otra, por lo que a menudo se necesitan múltiples mediciones.

Defecografía dinámica

La defecografía dinámica, también conocida como cinedefecografía o proctografía evacuatoria, es una exploración radiológica que se realiza para confirmar presuntas patologías del suelo pélvico, del recto o del ano, es decir, todas aquellas anomalías anatómicas que conducen a problemas de defecación.

Es una prueba que requiere preparación previa y antes del examen, se utiliza un enema para limpiar el recto. A continuación, se coloca al paciente en un asiento específico sensible a los rayos X y provisto de un recipiente. Durante la prueba, el especialista evalúa mediante una radiografía de rayos X el procedimiento de expulsión del recto de una ampolla rectal que contiene líquido de contraste. Este líquido simula el proceso natural de excreción de heces.

Durante la prueba, el paciente va recibiendo órdenes de que relaje o contraiga la musculatura del suelo pélvico.

La defecografía dinámica se usa para determinar la causa de los problemas de defecación, como el estreñimiento o la incontinencia. Será útil identificar cualquier problema anatómico como prolapso mucoso, perineo descendente o rectocele.

Estudio neurofisiológico del suelo pélvico

Un estudio neurofisiológico del suelo pélvico es un conjunto de técnicas diagnósticas que permiten analizar el funcionamiento del sistema nervioso central y periférico en la región del suelo pélvico. Este estudio es útil para diagnosticar la localización de la lesión, la intensidad de ésta y el pronóstico. 

Estrictamente hablando, el estudio neurofisiológico del suelo pélvico permite valorar la integridad de las vías sensitivas del periné y las vías motoras destinadas a los músculos del esfínter anal con la finalidad de determinar su correcta funcionalidad.

Se utilizan una serie de exámenes que permiten analizar el funcionamiento nervioso y muscular del suelo pélvico, así como el correcto funcionamiento del recorrido del nervio pudendo para evaluar la posibilidad de neuralgia o atrapamiento del nervio1: la electroneurografía, la electromiografía y el estudio de potenciales evocados. 

El estudio neurofisiológico del suelo pélvico se realiza mediante electrodos superficiales situados sobre la piel y el cuero cabelludo y electrodos colocados en la región del suelo pélvico y sobre los músculos perineales.

Durante la prueba se aplican estímulos eléctricos de baja intensidad. No es una prueba agresiva, pero sí implica molestias en el momento de la exploración. Permite evaluar problemas de incontinencia urinaria y fecal, neuralgias del pudendo, lesiones medulares que comporten alteración de la función esfinteriana o alteraciones postquirúrgicas de las raíces sacras.

Las pruebas diagnósticas ofrecen información muy valiosa sobre tu suelo pélvico 

Una vez se obtienen los resultados de las pruebas, es tu médico quien dará el diagnóstico final. 

Ten en cuenta que las pruebas diagnósticas ayudan a identificar el problema, pero no tienen por qué ser decisivas en algunos casos. Aunque es cierto que son de gran utilidad para explorar en profundidad la existencia de lesiones mayores que hayan quedado camufladas por diferentes razones y que no te permiten seguir avanzando en tu proceso de recuperación.

Si te han realizado alguna de estas pruebas y tienes los resultados, es importante que también las traigas a tu cita de fisioterapia de suelo pélvico. Es una información que nos ayuda para poder mejorar tu protocolo de tratamiento, adaptar las técnicas de fisioterapia y reorientar el pronóstico de recuperación.

¿Necesitas más ayuda? Reserva una cita conmigo y mi equipo, y te ayudaremos a resolver el problema.


Laura Pastor. Directora de Evexia Salut. Fisioterapeuta especialista en reeducación uroginecológica y salud sexual humana. Psiconeuroinmunóloga clínica. Docencia y divulgación.