Proctalgia fugaz, un dolor rectal misterioso y espontáneo
La proctalgia fugaz o dolor anorrectal recurrente funcional, forma parte de un amplio abanico de trastornos gastrointestinales. Se caracteriza por episodios de dolor agudo y fugaz que se repiten durante semanas, se localizan en el ano o en la parte inferior del recto, y duran de segundos a varios minutos, sin dolor entre episodios.
Un dolor intenso, agudo y punzante
Es un dolor intenso, agudo, como si te metieran algo punzante por el culo. Tal cual. Y te quedas como si te hubieran enchufado cien voltios por el ojete, con cara de eccehomo y deseando que esa electricidad rectal desaparezca igual de rápido que apareció. ¿Te ha pasado alguna vez?
Sin que haya nada específico, se relaciona con numerosos factores desencadenantes, como la actividad sexual, el estrés, el estreñimiento, la defecación y la menstruación, aunque la proctalgia fugaz puede aparecer también sin un desencadenante.
Aunque la causa de la proctalgia fugaz no está clara, el espasmo del esfínter anal está normalmente implicado en este dolor.
Es más probable que la disfunción ocurra después de la escleroterapia para las hemorroides y la histerectomía vaginal. También existen asociaciones con otras patologías como el síndrome del intestino irritable y la ansiedad.
La proctalgia fugaz consiste en episodios de dolor intermitente, recurrente y localizados en la región anorrectal, sin ninguna otra patología asociada.
Los episodios de dolor son poco frecuentes y ocurren de media hasta cinco veces al año en la mitad de las personas que lo padecen.
¿Cómo se determina la proctalgia fugaz?
La proctalgia fugaz se determina por la presencia de los siguientes factores:
- Tener episodios de dolor que inician repentinamente, a intervalos irregulares durante el día o la noche.
- El dolor desaparece espontáneamente sin dejar ningún efecto nocivo.
- La localización del dolor en la región rectal es siempre en el mismo lugar.
- El grado de dolor es tan intenso que algunos pacientes se sienten mareados durante el episodio.
- La duración del dolor es habitualmente corta, durando de segundos a minutos.
La aparición del dolor se precipita por varias causas, como las relaciones sexuales, la masturbación, el estrés, la defecación y la menstruación, aunque en muchas ocasiones aparece sin antecedentes previos.
El diagnóstico diferencial ha de establecerse para poder diagnosticar esta disfunción.
La proctalgia fugaz se diferencia de la proctalgia crónica en la duración, la frecuencia y la calidad característica del dolor
Para diagnosticar correctamente la proctalgia fugaz es necesario excluir otras causas de dolor anorrectal como:
- Isquemia rectal
- Enfermedad inflamatoria intestinal
- Criptitis
- Absceso intramuscular
- Fisura anal
- Hemorroides
- Prostatitis
- Coccidinia.
- Rectocele
- Trastornos defecatorios
- Coccigodinia
¿Cuál es el origen de la proctalgia fugaz?
La etiología no está clara, aunque se han barajado principalmente dos mecanismos: el espasmo del esfínter anal y la compresión del nervio pudendo.
El espasmo del esfínter anal es la causa que más se cita en algunos estudios, aunque tampoco se ha observado siempre que sucede el episodio de dolor. Al medir las presiones del colon y del lumen durante los ataques de dolor, se han registrado aumentos de la presión en el colon sigmoide.
También se han registrados significativos aumentos de la presión y del tono anorrectal en reposo en las personas que sufren proctalgia fugaz. Estos incrementos están mediados por la actividad nerviosa simpática, lo que puede explicar la relación de la proctalgia fugaz como síntoma de estrés.
En cuanto al papel del nervio pudendo en la proctalgia fugaz, la sensibilidad perianal se ve afectada por la compresión en algún punto del nervio. Esto puede diagnosticarse mediante electromiografía, si se muestra una disminución en la actividad del esfínter anal externo y reducción en la latencia terminal del nervio pudendo. Ambos datos son indicativos de una posible compresión del nervio pudendo.
Otras causas relacionadas con la aparición del dolor rectal fugaz
Sin saber exactamente qué desencadena este dolor transitorio, pero extremadamente agudo, se ha observado que ciertos aspectos, hábitos o situaciones pueden facilitar su aparición, como padecer hemorroides o haber pasado por una escleroterapia para hemorroides, o haberse sometido a una histerectomía por vía vaginal. Es decir, determinadas cirugías coloproctológicas o ginecológicas con abordaje vaginal o rectal parecen generar mayor susceptibilidad.
La proctalgia fugaz coexiste con hasta el 52% de los pacientes con síndrome del intestino irritable. Esta relación con el SII también puede estar relacionada con el aumento de las presiones sigmoideas que te he comentado anteriormente.
Por otro lado, un estudio en mujeres multíparas de mediana edad reveló mayor prevalencia de proctalgia fugaz en mujeres con prolapso de órganos pélvicos en comparación con aquellas que padecían incontinencia.
Cómo se trata la proctalgia fugaz
El tratamiento conservador mediante fisioterapia de suelo pélvico persigue la relajación del esfínter y la dilatación anorrectal para aumentar los umbrales sensitivos. Esto se aborda mediante técnicas específicas de terapia manual, uso de dildos (dilatadores) o vibración anorrectal, terapia de electroestimulación analgésica y biofeedback.
La terapia de biofeedback se ha mostrado prometedora en este trastorno. No es una técnica invasiva, no tiene efectos adversos y facilita la normalización de tensiones en el espacio anorrectal.
En cuanto a la adecuación de medidas higiénico-dietéticas y hábitos conductuales, se sugiere comer o beber para iniciar el reflejo gastrocólico y así aliviar el espasmo anorrectal.
En el momento del episodio de dolor se puede optar por cambios posicionales como sentarse o ponerse en cuclillas, encoger las rodillas hacia el pecho o agarrar con fuerza el glúteo para provocar una inhibición refleja del suelo pélvico.
El agua a 40 °C reduce el tono basal del ano y la presión rectal, de ahí también la recomendación de baños calientes como tratamiento sintomático en casos que duren más de algunos segundos.
En caso de síntomas aun persistentes más allá de los 3 meses, se plantea el tratamiento con glicerina tópica o diltiazem. Si los síntomas continúan sin éxito, la siguiente opción es la inhalación de salbutamol.
Otros tratamientos como los enemas de agua tibia y clonidina también pueden ser de utilidad.
En última instancia, se pueden intentar bloqueos con un anestésico local o inyección de toxina botulínica en el esfínter anal interno, siempre que se asesore claramente a los pacientes sobre la ratio riesgos y beneficios, así como sobre la evidencia existente, que no es mucha.
Las opciones de tratamiento más efectivas suelen ser las más simples, y la fisioterapia de suelo pélvico es una opción conservadora a tener en cuenta.
En resumen...
En casos de episodios muy breves, no se suele pedir ayuda, ni se propone un tratamiento continuado. Sin embargo, en pacientes con síntomas más graves, se buscará reducir el espasmo muscular y/o actuar sobre las ramas nerviosas.
Este seria el orden progresivo de intervención en casos de proctalgia fugaz:
- Biofeedback y fisioterapia
- Tratamientos tópicos con pomadas para reducir el espasmo anorrectal
- Medicación oral (si después de 3 meses de tratamiento tópico no han habido resultados)
- Otros tratamientos más invasivos como la inyección de toxina botulínica o el bloqueo nervioso
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Laura Pastor. Directora de Evexia Salut. Fisioterapeuta especialista en reeducación uroginecológica y salud sexual humana. Psiconeuroinmunóloga clínica. Docencia y divulgación.