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El suelo pélvico en la respuesta sexual

07.01.2022

Según el Estudio Global de Actitudes y Comportamientos Sexuales, basado en una muestra de 27.500 mujeres, la falta de interés sexual varia del 17 al 34%. La prevalencia de problemas de lubricación era del 12% al 28%. Los trastornos del orgasmo, del 10% al 37%. Y el dolor durante las relaciones sexuales varia del 5% al 22%.

Porqué el suelo pélvico es tan importante en la respuesta sexual

El suelo pélvico es el conjunto de estructuras miofasciales que cierran la base de la pelvis. Embarazos y partos, el deporte de impacto, actividades que aumenten de manera constante y sostenida la presión intrabdominal, el sobrepeso o los cambios hormonales hacen que el suelo pélvico femenino sea un área susceptible de lesión. Merece una atención especial ya que, además de ser un elemento clave para la continencia urinaria, para la gestión de presiones intrabdominales y para el sostén de las vísceras pélvicas, el suelo pélvico es elemental para la respuesta sexual.

Numerosa bibliografía concluye que un suelo pélvico sano, fuerte y normotónico favorece la respuesta sexual en todos sus dominios. Es decir, mayores puntuaciones en deseo, excitación, orgasmo, placer y satisfacción general.

El suelo pélvico tiene función erótica

Durante la excitación sexual, esta musculatura incrementa paulatinamente su tono hasta provocar una congestión sobre los cuerpos eréctiles del clítoris y un aumento de la presión sobre la vena dorsal profunda, evitando así el escape de sangre. Digamos que el suelo pélvico actúa como un anillo constrictor que mantiene más tiempo al clítoris lleno de sangre, algo fundamental para la percepción del placer genital. El incremento sanguíneo en el área vulvovaginal, mediado por el suelo pélvico, favorece la lubricación vaginal y aporta oxígeno y nutrientes a las mucosas genitales. 

Llegados al punto óptimo de excitación, de intimidad y de estado psicoemocional, esta musculatura va a incrementar las sensaciones orgásmicas genitales ya que el suelo pélvico se contrae intensamente durante el orgasmo. Sin perder de vista que la respuesta sexual está influida por factores psicoemocionales y socioculturales, sabemos que las mujeres con un suelo pélvico debilitado muestran más dificultad para alcanzar el orgasmo.

¿Qué disfunciones sexuales trata la fisioterapia de suelo pélvico?

La sexualidad es compleja, multidimensional y cualquier problema asociado a ella merece un abordaje multidisciplinar que contemple los factores biológicos, psicoemocionales y socioculturales de la persona afectada.

Dicho esto, la parte anatómica y fisiológica de la respuesta sexual tiene mucho que ver con cómo está el suelo pélvico. Las disfunciones sexuales que la fisioterapia ayuda a resolver con éxito en la mujer son los problemas de excitación (lubricación vaginal), la dificultad para alcanzar el orgasmo (anorgasmia) y el dolor asociado al coito, como la dispareunia y el vaginismo.

N. Ghanbarzadeh publicó un estudio en 2013 donde concluyó que el 54% de las mujeres había sentido dolor de manera habitual durante el coito. El dolor en las relaciones sexuales, aunque se haya percibido durante décadas como algo normal, no lo es. Tiene solución y la fisioterapia de suelo pélvico puede, literalmente, echar una mano.

Un suelo pélvico hipertónico puede conllevar esos problemas de dolor en las relaciones sexuales. También un exceso de tono puede dificultar la sensibilidad del clítoris, interferir en su erección o inhibir la relajación muscular necesaria para que el área genital perciba el orgasmo.

La presencia de cicatrices dolorosas y antiguas lesiones en el área perineal (como la episiotomía de un parto vaginal) o la presencia de prolapsos pélvicos también contribuyen a la dispareunia. Tratar las cicatrices y mejorar la dinámica visceral mediante fisioterapia es interesante para recuperar el placer en las relaciones sexuales.

Por otro lado, un suelo pélvico debilitado y carente de propiocepción puede causar dificultades con el orgasmo, no sentirlo con la misma intensidad que antaño o sencillamente no llegar a percibirlo. 

El tratamiento en estos casos incluirá el fortalecimiento del suelo pélvico a través de ejercicios personalizados, junto con el uso de otras terapias como la electroestimulación o el biofeedback. Y nunca dejemos de lado qué factores psicoemocionales pueden estar impidiendo que se disfrute del sexo. Insisto, el trabajo multidisciplinar es garantía de éxito.

A través de técnicas terapéuticas específicas como la terapia manual, el ejercicio terapéutico, tecnología avanzada y dispositivos de uso domiciliario, la fisioterapia asiste a las personas con disfunción sexual con el objetivo de recuperar la función erótica, prevenir la recaída o incluso mejorar la calidad de la respuesta sexual.

El movimiento global también ayuda a mejorar la erótica. Acompañando al tratamiento local del suelo pélvico también se utilizan diferentes métodos de gimnasia abdominopélvica que ayudan a englobar la pelvis dentro del esquema corporal, a ganar más conciencia, a aumentar la irrigación sanguínea a la zona genital y a normalizar las tensiones musculares del suelo pélvico.

Si se padece una disfunción sexual es importante buscar ayuda, sea cual sea la edad o el origen de la misma, ya sea primaria o secundaria después de un parto o de la menopausia. Es importante responsabilizarse de la propia salud sexual, y fomentar el autoconocimiento pélvico-genital y el de nuestra propia respuesta sexual. Esto es básico para mejorar cualquier síntoma sexual. Y si el problema de base está en el suelo pélvico, habrá que empezar a partir de una valoración con una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y sexualidad. 


Laura Pastor. Fisioterapeuta especialista en reeducación uroginecológica y sexología.