Aromas, feromonas y su influencia en la atracción sexual
La atracción sexual entre las personas es un proceso complejo que está influido por multitud de factores y está claro que el olor o el aroma que emite una persona desempeña un papel en este proceso.
En cuanto a si los aromas pueden incluir la percepción de señales químicas como son las feromonas, su influencia precisa sigue siendo un tema de investigación.
Hasta ahora, se ha sugerido que los olores corporales y las feromonas pueden influir en la atracción sexual, aunque su impacto varía entre individuos. Algunos estudios sugieren que ciertos olores pueden ser subconscientemente atractivos. Sin embargo, es importante recordar que la atracción sexual es altamente subjetiva y varía de una persona a otra.
Los olores y las feromonas pueden influir en la atracción, pero su impacto no es universal y puede estar modulado por muchos otros factores.
¿Qué son las feromonas?
Es cierto que la definición exacta de lo que constituye una feromona es un tema de debate en la comunidad científica. Realmente, no hay consenso.
Aunque se han propuesto diversas definiciones, no existe un acuerdo absoluto sobre cómo puede definirse lo que es una feromona. Esto se debe a la gran diversidad de sustancias y señales de comunicación química que se encuentran en el reino animal.
Las feromonas se perciben a través de las fosas nasales o el hocico en los mamíferos, pero no son aromas u olores. No al menos en el caso de los humanos, pero como te digo, no acabamos de aclararnos en cuanto al concepto de qué es una feromona "humana".
Las feromonas no huelen a nada, por decirlo de alguna manera.
En general, una feromona se define como una sustancia química producida y liberada por un organismo que afecta el comportamiento o la fisiología de otro organismo de la misma especie. Estas sustancias pueden ser detectadas por el olfato u otros sentidos, y suelen desencadenar una respuesta específica en el organismo receptor.
Las feromonas se han estudiado principalmente en animales y se han identificado varias clases diferentes, como feromonas sexuales, feromonas de alarma o feromonas de agregación. Sin embargo, en el caso de los seres humanos, la existencia y la función de las feromonas son más controvertidas y menos comprendidas.
El órgano vomeronasal, el receptor de las feromonas
La relación entre el órgano vomeronasal y las feromonas en los seres humanos es un tema de controversia en la investigación científica.
El órgano vomeronasal es una estructura presente en muchos animales, incluidos algunos mamíferos (como ratones y ciertos primates), que se especializa en la detección de feromonas.
En los animales, las feromonas actúan como sustancias químicas para la comunicación olfativa entre individuos de la misma especie. En teoría, el órgano vomeronasal en los seres humanos, si existiera y funcionara de manera similar al de otros animales, podría desempeñar un papel en la detección y procesamiento de feromonas humanas.
Las feromonas podrían influir en la atracción sexual, el comportamiento social y otros aspectos de la comunicación entre las personas. Sin embargo, la existencia y la función del órgano vomeronasal en los seres humanos no está clara.
Algunos estudios han informado sobre estructuras que podrían ser análogas al órgano vomeronasal en los humanos, pero la evidencia no es concluyente.
En su mayoría, las investigaciones se inclinan por argumentar que cualquier estructura similar al órgano vomeronasal en los seres humanos no cumple una función clara o que su función es muy limitada en comparación con la de otros animales.
Además, la influencia de las feromonas en el comportamiento humano es un tema complejo y está sujeta a una variedad de factores, incluyendo la biología, la cultura y el contexto social. Aunque se ha investigado la posible influencia de las feromonas humanas en la atracción y el comportamiento sexual, la evidencia científica es limitada y no ha demostrado un efecto claro y directo.
En resumen, la relación entre el órgano vomeronasal y las feromonas en los seres humanos es un tema que aún no se ha resuelto por completo y la investigación científica sobre este tema está en curso. Las feromonas pueden desempeñar un papel en la comunicación química en algunos contextos humanos, pero su influencia y función son complejas y todavía se están explorando.
¿Entones somos sensibles a las feromonas?
Está claro que somos sensibles a los olores. Hay aromas que nos embriagan y atraen. Hay hedores que nos repelen y ahuyentan.
El sentido del olfato nos sirve para detectar cosas en mal estado o fuentes de alimento, aspectos por ejemplo que nos pueden salvar la vida.
Y en cuanto a la atracción sexual, probablemente en tiempos remotos podíamos detectar el olor de un futuro buen amante o progenitor, pero actualmente, lo que nos tira para atrás es más bien el perfume o aroma que puede emitir una persona.
Ya no es tanto algo que conecta con un instinto, sino más bien un aprendizaje de cómo tiene que oler una persona para que cumpla una serie de requisitos que buscamos.
En sentido estricto, las feromonas son sustancias químicas que los animales emiten para comunicarse entre sí, por ejemplo, para hacer saber que están predispuestos a un encuentro sexual o cópula.
En los humanos también se ha propuesto que emitimos feromonas y que estas podrían desempeñar un papel en la atracción y el comportamiento sexual. Sin embargo, la evidencia científica sobre la existencia y el impacto de las feromonas humanas no está clara.
Algunos estudios han sugerido que ciertas feromonas pueden influir en la atracción sexual, pero otros han encontrado resultados contradictorios o no han podido replicar estos efectos de manera consistente. En general, parece que si existen feromonas humanas que influyen en la atracción sexual, su efecto es más sutil y complejo en comparación con otros animales.
Pero, la respuesta sexual y relacional humana es altamente compleja y los factores culturales, psicológicos y sociales desempeñan un papel importante en la atracción y el comportamiento sexual de las personas.
Así que, aunque han habido investigaciones sobre feromonas humanas, la evidencia científica actual es mixta y no proporciona una imagen clara de su papel en la atracción entre las personas.
La atracción y las relaciones humanas son fenómenos
multifacéticos que involucran una amplia gama de factores, y las feromonas, si
juegan algún papel, no son el único determinante.
Laura Pastor. Directora de Evexia Salut. Fisioterapeuta especialista en reeducación uroginecológica y salud sexual humana. Psiconeuroinmunóloga clínica. Docencia y divulgación.